24 de junio de 2013

Fallecimiento

El pasado sábado 22 de junio entró en la presencia del Señor nuestra hermana Ruth Mota, miembro de la Iglesia de la Esperanza de Valencia desde su fundación.
Después de conocer el evangelio en Suiza, su país natal, y tras finalizar sus estudios, colaboró activamente con diversas organizaciones evangélicas, y fue de este modo como, en unos campamentos internacionales de los G.B.U. (Grupos Bíblicos Universitarios), conoció a nuestro hermano Enrique Mota, con quien contrajo matrimonio.

24 de febrero de 2013

LA BIBLIA, EL LIBRO DEL AMOR DE DIOS


Como es un poco extenso, el material que os hemos entregado para preparar este mes el Itinerario de Renovación.lo vamos a ir publicando por apartados. Aquí tenéis el primero.

La Biblia, ¿norma de fe?

A lo largo de los siglos, lo cristianos han reconocido la Biblia como inspirada por Dios, y la han escuchado, proclamado y transmitido como Palabra del mismo Dios. Al acercarse a la Biblia de esta manera, los cristianos han experimentado su mensaje, generación tras generación, como un mensaje eficaz, capaz de transformar sus vidas y de llenarlas de sentido, y por eso se han apoyado en ella y han encontrado en ella su fortaleza, se han “alimentado” de ella. Por eso, los cristianos consideramos las Sagradas Escrituras como “norma o regla suprema de nuestra fe”.

Un testimonio de toda una vida


En 1924, mi abuela materna ingresó como miembro simpatizante en la Iglesia Española Reformada Episcopal, y yo lo hice como  alumno de la escuela dominical; desde entonces entré a formar parte del coro como tiple, y del cuadro artístico de la Iglesia. Ya a los 19 años tome la comunión, y desde entonces fui Miembro Comulgante de la Iglesia hasta el día hoy, que tengo 95 años. Formé parte de la  “Unión Cristiana de Jóvenes”, de la que llegué a ser Presidente. En 1947 fui elegido para formar parte de la Junta Parroquial de la Iglesia, siendo el más joven de la misma. Más tarde fui secretario, instructor de la “Escuela Dominical”, etc.

10 de febrero de 2013

El Dios que habla


Material de trabajo del Itinerario de Renovación 
10 de febrero de 2.013

Los profetas suelen emplear un lenguaje poético, porque no quieren llegar sólo a la “mente” de sus oyentes o lectores, sino sobre todo a su “corazón”: no tratan de “convencer”, sino de “convertir”. La forma poética que más utilizan es la que llamamos “paralelismo”, que consiste en repetir una misma idea con dos frases distintas (p.e.: “no me conocían los expertos en la ley, los pastores se rebelaban contra mi”). Es una manera de conseguir que su mensaje tenga más fuerza

De la familia Tellería-Gelabert


Leíamos esta semana y por diversas circunstancias varios pasajes de la Santa Biblia en los que, de manera sorprendente, nos encontrábamos con una misma expresión repetitiva, unas palabras muy concretas que Dios dirigía a ciertos personajes destacados de la Historia de la Salvación en diferentes momentos, lugares y circunstancias, pero que eran siempre idénticas. Si tuviéramos que citar un ejemplo concreto, podríamos mencionar textos que van desde el Génesis hasta el Apocalipsis, y figuras como Abraham, Agar, Josué, el pueblo de Israel, el profeta Daniel, el apóstol San Pedro o el apóstol San Juan, por no nombrar sino a algunos de todos bien conocidos.